Orígenes de la escritura

Moisés escribió todas las palabras de Jehová. Éxodo 24:4

          La escritura representa el punto de transición entre la prehistoria y la historia. Lo primero que el hombre primitivo hizo fue dibujar y copiar de la naturaleza, en las paredes de las cavernas. De esa pintura primitiva llamada “rupestre” o “parietal” todavía existen en diferentes cavernas del mundo. Lo único escrito de nuestros orígenes es Génesis, el primer libro de la Biblia, Moisés lo escribió, contiene “la historia más antigua y abarcante que poseen los hombres. Nació de la verdad eterna y una mano divina ha preservado su pureza a través de los siglos” (White). No existe otro vestigio del mundo antediluviano.

          Antes del diluvio vivían muchos años, no había un registro de sus actividades, pues “la maldad de los hombres era mucha sobre la tierra”. Después del diluvio, los descendientes de Noé poblaron la tierra y su vida fue reducida a 120 años. El pecado los oscureció y decidieron edificar “una torre, cuya cúspide llegase al cielo” conocida “Torre de Babel”, significa “confusión”. Para que no siguieran sus planes, Dios confundió sus lenguas. No se entendían, se unieron los que hablaban su misma lengua y se dispersaron.

          Los primeros avances de la historia, se debe al arqueólogo francés Juan Francisco Champollion (1790–1832), el 1815 logró descifrar los jeroglíficos de la “Piedra Roseta”. Ese esfuerzo revivió el pasado de la civilización del antiguo Egipto. Esa famosa piedra fue encontrada por un soldado de Napoleón, el año 1799 cerca de Alejandría. Escrita en tres idiomas: griego, egipcio (jeroglífico) y demótico (también egipcio). Los jeroglíficos son decorativos, motivo por el cual demoraron tiempo en ser descifrados.

          Los mayas, pueblo de América Central, antes del descubrimiento desarrollaron una elevada civilización. Su idioma es hablado por sus descendientes, pero desconocen los signos de su escritura y su significado. Eso ocurrió cuando los conquistadores, con el fin de imponer la religión católica, destruyeron sus textos. Los mayas sin otra alternativa, adoptaron el español y olvidaron sus jeroglíficos. Conservan tres códices y unas inscripciones grabadas en piedras, que los invasores no pudieron destruir. La escritura maya es compleja: tienen 350 signos principales y se combinan con otros signos.

          La primera escritura fue la pictórica, de fácil interpretación, sus signos se parecen a lo que representan. Después surgió la escritura ideográfica, que dio origen a la escritura fonética: cada signo o grupo expresan una idea. Los sumerios eran de origen semita. Sus escribas para hacer su trabajo rápido, crearon un sistema silábico, se conoce con el nombre de escritura cuneiforme, y se extendió por los pueblos mesopotámicos.

           Los fenicios y semitas eran marineros y comerciantes del Líbano. Hace tres mil años sistematizaron el primer alfabeto fonético, con 22 signos consonánticos, simplificaban la escritura y la difundieron. Los griegos le añadieron los signos vocálicos. Ese alfabeto pasó a la mayor parte de las lenguas del mundo. Los etruscos lo dejaron a los romanos, con el nombre de latín y lo impusieron. Cuando cayó el Imperio Romano, el latín pasó a formar parte de estas lenguas: italiano, castellano, portugués, francés, rumano y otros. Hay lenguas en el mundo, que no se conoce y menos el significado de los signos de su escritura. Con la escritura comienza la historia de los pueblos, es un testimonio de nuestro paso por la tierra. Dios lo utiliza para que el mensaje de salvación se extienda.

 

Articulo publicado en Volumen IV. Guarda el enlace permanente.

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