Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas las cosas os serán añadidas. Mateo 6:33
Hay momentos significativos en la vida del humano, las decisiones que tome marcará su futuro. Abrahán dio su primer gran paso, cuando obedeció al siguiente mandato de Dios: “Vete de tu tierra y de tu parentela a la tierra que yo te mostraré” Génesis 12:1. Salió sin saber el lugar al cual iría. Su esposa no tenía hijos, dejó su tierra y su familia, sin saber que no volvería. Ese acto demuestra que los deseos del patriarca, se centraban en agradar al Padre Celestial. Durante toda su vida dejó un testimonio tan extenso, que se conoce como “el padre de la fe”, sus decisiones lo hicieron receptor de las mayores bendiciones, que hombre alguno haya recibido, y de su cimiente nació Cristo.
He estado pensando en una joven, sus padres eran misioneros en el Sur de África. Si como buenos cristianos actuaron correctamente, ¿por qué su hija sufría tanto de males raros? La respuesta me llegó cuando menos la esperaba: en su hogar celebraban bailes eróticos con frecuencia. Según E. White, si se cultiva inclinación por los placeres mundanos, y “no se implanta en el alma un solo sentimiento virtuoso y santo… El enemigo de las almas procura controlar la mente de los padres, para que por medio de ellos puedan grabar su propio carácter sobre sus niños. De modo que nazcan muchos niños con pasiones bajas y sus facultades morales se desarrollen sólo débilmente”.
La salvación es individual. Los errores sin importancia, pueden sembrar el mal. Tal vez, esos padres nunca pensaron en el daño, que le estaban haciendo a su única hija. Al estar en contacto con esa actividad desde pequeña, sus sentidos fueron estimulados hacia lo sensual. Esa joven, inteligente y bella, fracasó en su matrimonio, no tuvo hijos y pocas amigas. Es amargada y sufre de males físicos y síquicos. Creo que su mayor problema, es que pretende armonizar lo erótico, que ha cultivado por medio de libros, revistas y videos, con las enseñanzas del Divino Maestro. Ella piensa que puede pertenecer a una iglesia cristiana y seguir sus pasiones. Sabemos que eso es imposible. Jesús dijo: “Ninguno puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro”, esto compagina con la sicología moderna: el gran error son los deseos contradictorios.
“El que quiere reformar a otros, debe primero reformarse a sí mismo”, esto fue el tema de un sermón predicado por un hombre sencillo, impactó a mi esposo en la primera etapa de su vida. No es con regla sobre lo que se debe o no hacer. Las imposiciones provocan rebeldía, si hacemos lo que agrada a Jesús, “nadie fuera de nosotros mismos puede controlar nuestros pensamientos”. Al estar en armonía con el cielo, reflejaremos amor, bondad, paz y felicidad. Igual que Abrahán ponemos a Dios en primer lugar.