Jesús profetizó el tiempo actual

Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Y habrá pestes, hambres, y terremotos en diversos lugares. Mateo 24:7.

           Mateo 24 comienza con la profecía, que Jesús dijo sobre la destrucción de Jerusalén. Continuó con los acontecimientos, que habrá antes de su segunda venida. Cada día llegan noticias de países con dictadores y líderes, que para tener ocupada la mente del pueblo, incentivan odio y asesinan con violencia a los de la oposición, siempre hay crímenes y guerras.

          Gadafi el dictador de Lidia, era árabe y de la religión islámica, por el aumento de crímenes en su nación, muchos países se unieron en su contra. El Islam es la religión fundada por Mahoma, el año 622 se convenció que Alá es el único Dios, con profetas como Noé, Abrahán y Jesús. Cada amanecer llaman con esta oración: “No hay otro Dios fuera de Alá y Mahoma es su profeta”. En el Corán, su libro religioso, dice que el último día, Alá resucitará a los muertos y los llevará a juicio. Los impíos arderán siempre en el infierno. Los justos serán llevados al cielo, a “suntuosos banquetes con vírgenes”. Se creen pacíficos, pero favorecen lo que llaman “guerra santa”, para imponer su religión: “Mucho más rica será la recompensa de los que combaten por Alá… Él ama a los que combaten por su causa”. En sus países, judíos y cristianos pueden continuar con su religión, pero todo musulmán que se convirtiera al cristianismo, tiene que morir. Los jefes musulmanes impusieron su religión, y unificaron a veinte y tres países.

            Hay catástrofes en casi todo el mundo. En China, por un fuerte terremoto murieron miles de personas. En Birmania un ciclón ocasionó otra cantidad de muertos. En Chile hubo un fuerte volcán. Otros problemas son los efectos del cambio climático, como la temperatura está aumentando los desastres crecen en casi toda la tierra. Recientemente recibimos noticias de Japón, sus terremotos y tsunamis ocasionaron destrucción y muerte de parte de su población, además sus plantas nucleares causan daño. Eso produjo preocupación en el mundo.

              Si no estamos con Cristo, seguimos los errores del enemigo. Es difícil comprender la historia universal: ningún dictador cree que hace mal, así cometa las peores atrocidades y mande a fusilar a muchos. Otro ejemplo es el de los delincuentes, asesinan porque supuestamente necesitan dinero o para vengarse, lo planifican y creen que están siguiendo los dictados de su conciencia, aunque son esclavos de Satanás. Según informes, hay revolucionarios que con sus soldados pronuncian discursos, y amenazan a los que no lo siguen.

          La segunda venida de Jesús se ha dilatado, para que el mensaje de salvación llegue a todo el mundo. Miles usan diferentes medios, para atacar a los que defienden las verdades bíblicas. Eso ha pasado en todas las edades. Además de los problemas que tenemos, es conveniente desviar la mente de lo humano hacia lo divino, para que la luz celestial nos ilumine. Lo que más nos ayuda es la oración constante, muchas veces la oración silenciosa y la lectura de la Biblia.

Articulo publicado en Volumen XIII. Guarda el enlace permanente.

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