Conversando con un nieto

Para que cuentes a tus hijos y nietos las cosas que yo hice en Egipto… para que sepáis que yo soy Jehová. Éxodo 10:2.

           El cuento es una narrativa, generalmente breve, que existe en las literaturas de todas las naciones. Comúnmente plantea un único conflicto dramático. Su objetivo primario, además de narrar un simple episodio es distraer o enseñar. Surgió cuando el hombre primitivo sintió la necesidad de hacer partícipe a sus semejantes de sus creencias, mitos, leyendas, sus vivencias y las del entorno en el cual se desenvolvía.

            El cuento oral es anónimo, como fue y es parte de la vida cotidiana, se transforma porque pasa de boca en boca, de generación en generación y muchas veces también trasciende fronteras, por eso algunos de sus personajes se han universalizado.

          El cuento escrito o literario, tiene autor conocido. El cuentista constituye «la mentalidad creadora», porque toma los datos que le suministra el medio, para tejer sus fantasías. Al escribir sus historias deja un testimonio de su paso por la tierra. Leer un cuento es percibir un tema o problema desde la visión del narrador. El hombre nació para comunicarse, nada más práctico y agradable que contar fantasías, sueños y realidades. Los cuentos son una invitación, para levantar el vuelo de la imaginación y entrar en el mundo desconocido, tal vez es maravilloso para el cuentista.

        La notoriedad de Augusto Monterroso de Guatemala, (1921) se debe a la excelencia y brevedad de sus cuentos. Es famoso su relato fantástico: El dinosaurio, el cual consta de tan sólo las siguientes siete palabras: «Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí». También escribió una serie de fábulas como son: El conejo y el león, El Sabio que tomó el poder y El zorro es más sabio.

          Este cortísimo cuento es un regalo para ti. Después que tú lo leas, sabré si me he equivocado, o si tú decides inventar y escribir. A pesar que esta selección es un poco arbitraria, tomé en cuenta dos aspectos: 1) El gran escritor argentino Jorge Luis Borges (1899-1986), además de asegurar que la literatura es o no es, recomienda no leer ningún libro que no tenga por lo menos medio siglo de publicado. Por su larga experiencia, sabía que el mejor juez es el tiempo. Aunque no soy estricta en este aspecto, pienso que si te inicias en el mundo de los libros, es mejor que empieces pronto. 2) Liberar la enseñanza de la lengua, es de los rigores de los programas escolares basado en su flexibilidad, pues mientras los diseñadores planifican y se ponen de acuerdo sobre los mejores métodos, el tiempo transcurre y los niños se convierten en jóvenes y después en adultos.

          El hecho de dedicarte el cuento de Monterroso con un comentario, no es porque quiero hacer de ti un profesor y menos de literatura. Lo que me propongo es proveerte, del dominio de nuestro idioma, el cual es la herramienta más útil en el ejercicio de cualquier profesión. Me gustaría ponerte en contacto con el pensamiento universal. Si el tiempo te lo permite, lee todo lo que puedas. La literatura y la lectura constante de las Sagradas Escrituras, abrirán el horizonte de tus pensamientos y te ayudará a ser un ciudadano digno y eficiente. Dios te bendiga, es el deseo de tu abuela.

Articulo publicado en Volumen IX. Guarda el enlace permanente.

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