Consideraciones sobre redaccion

Procuró el Predicador hallar palabras agradables, y escribir rectamente palabras de verdad. Eclesiastés 12:10.

           Nuestro objetivo es dar elementos básicos, sobre el arte de escribir. Se aprende a escribir escribiendo. No hay reglas fijas, sólo algunas recomendaciones sobre la manera de organizarse, para presentar las ideas con claridad. No interesa su análisis, ni que se identifiquen sus partes, sino que sean utilizadas correctamente, porque forman parte del lenguaje oral. La característica más relevante, que distingue a los humanos es el lenguaje oral. En la adquisición del lenguaje, el niño mientras aprender a hablar, asimila la gramática de su lengua materna correctamente. No dirá: “da agua me”, sino “dame agua”, tampoco “la gato”, sino “el gato”, etc. Esto significa que de acuerdo al medio en que se forme, utiliza una gramática adecuada a su edad. Con el lenguaje oral, se aprende la correcta construcción de oraciones. El problema está en la escritura.

              La tendencia es utilizar oraciones y mensajes cortos, para comunicarnos con el menos esfuerzo. La capacidad de producir mensajes es infinita, habrás observado que las oraciones más usadas son cortas. Siempre hay la tendencia a una economía en el lenguaje oral. Las oraciones subordinadas, forman parte del lenguaje oral. La subordinada adjetiva es un rompecabezas con pocas piezas. Espero que capte esta idea, para que la emplee con propiedad. Se trata de unir dos oraciones en una, sin repeticiones. Se emplea uno de los siguientes relativos: quien, que, cual, cuyo, donde, como o cuando.

           La dificultad no está en el lenguaje oral, sino en el escrito, muchas veces se puede colocar tan mal, que lleva a oraciones confusas. Si se escribe: “Te envío un perrito con mi empleada que tiene las orejas cortadas”. Te puedes preguntar: ¿quién tiene las orejas cortadas, el perrito o la empleada? Para evitar equívocos, se debe colocar el relativo que, quien, etc., después del sustantivo al cual reemplaza. Observa estas oraciones:

a)      Juan compró la casa, la casa tiene cuatro habitaciones:

Juan compró la casa, que tiene cuatro habitaciones.

b)       El gerente no pudo llegar temprano, el gerente vendrá mañana:

          El gerente, quien no pudo llegar temprano, vendrá mañana.

c)      Ella quería el libro, tú dejaste el libro sobre la mesa:

Ella quería el libro, que tú dejaste sobre la mesa.

         El objetivo de estos pocos ejercicios es estimular el arte de escribir, de modo que los que no puedan salir a predicar, escriban sus experiencias para que el evangelio de salvación llegue a todo el mundo, antes de la venida de Jesús.

Articulo publicado en Volumen XIV. Guarda el enlace permanente.

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