Angeles visitan a Sodoma

¿Destruirás también al justo con el impío? Génesis 18:23

           En la Biblia hay registros de seres celestiales, que han aparecido en forma humana, con el fin de socorrer a los justos en sus momentos de peligro. En los capítulos 18 y 19 de Génesis, se presenta el caso de Sodoma y Gomorra, ciudades que por su maldad fueron destruidas. Lot, sobrino del patriarca Abraham, vivía en Sodoma.

        Un día, Abraham estaba sentado en la puerta de su tienda, cuando llegaron tres varones, se acercó a ellos y los invitó a entrar, para que descansaran y comieran. Ellos aceptaron. En la tarde, con el fin de cumplir con su misión, los tres salieron y Abraham los acompañó. Dos varones fueron para Sodoma. El tercer personaje, que según la Biblia era Jehová y continuó con Abraham, le dijo que el clamor había subido a los cielos, como la maldad era mucha sería destruida. Abraham intercedió y le preguntó: “¿Destruirás también al justo con el impío?” Como el personaje celestial respondió: No. Abraham le preguntó: si hay cincuenta justos, la destruiría, Él contestó: “si hallare cincuenta justos dentro de la ciudad perdonaré a todo este lugar por amor a ellos”. Abraham, tal vez pensando en su sobrino, siguió disminuyendo la cantidad, primero dijo: cuarenta y cinco, después cuarenta, treinta, veinte y finalizó con diez. El personaje celestial le respondió: “No la destruiré por amor a los diez”. Entonces se separaron.

          Al atardecer, llegaron los dos ángeles a Sodoma. Igual que su tío Abraham, Lot los recibió con regocijo. Como conocía la condición de la ciudad, insistió que se hospedaran en su casa y el día siguiente continuaran su viaje. Esa noche, antes que se acostaran, los hombres de la ciudad, con violencia le pedían que sacara a los dos varones para  conocerlos. Lot salió con el fin de apaciguarlos, les pidió que no hicieran maldad, hasta les ofreció a sus dos hijas que eran vírgenes. Como la violencia continuaba, los ángeles introdujeron a Lot de nuevo en su casa, y cegaron a todos los hombres que estaban afuera. En ese momento le explicaron el objetivo de su visita, porque esa ciudad sería destruida. Guiados por esos seres celestiales, Lot y sus dos hijas se salvaron. Antes del amanecer descendió azufre y fuego sobre las dos ciudades y las consumió.

     Una de las cosas que más me impresionó, hace algunos años, fue una noticia que circulaba sobre una falla que había en el Estado California, de Estados Unidos. Hablaban sobre el desastre que esos días llegaría a esa zona. Lo curioso fue que cuando la noticia impactaba, de pronto cambió y los investigadores dijeron que se habían equivocado. La falla continúa, pero no saben cuando llegará el desastre. Probablemente, en ese lugar había más de diez justos y los seres celestiales detuvieron la destrucción y las muertes de muchos, por amor a los justos. No sabemos en cuantos lugares de nuestro planeta sucede igual. Oremos y confiemos plenamente en el poder de Dios.

 

Articulo publicado en Volumen VIII. Guarda el enlace permanente.

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