A sus ángeles mandará… que te guarden en todos tus caminos. Salmo 91:11
Dios puede cambiar los sucesos en cualquier momento, para ayudar a los fieles. Sus ángeles nos hacen conocer los designios del Padre Celestial. Sólo necesitamos confiar y estar convencidos, que la oración desempeña un papel significativo en la fe.
En la época de mayor esplendor del Imperio Asirio, ocupó el trono Senaquerib (VIII-VII antes de Cristo), era un rey poderoso que había dominado a las naciones vecinas, menos a Egipto y Judea. Confiando en sus victorias y con la disciplina de sus tropas, sitió a Jerusalén. Antes de tomar la ciudad, uno de sus principales oficiales decidió tener una conferencia con los príncipes de Judea, para en nombre de su rey, exigir una rendición incondicional. Los asirios pensaban, que así como los dioses de ninguno de los otros reinos habían podido salvar a sus pueblos, Jehová tampoco los libraría de su mano. Esa exigencia estaba cargada de blasfemia. “Cuando el rey Ezequias oyó eso, rasgó sus vestidos y cubierto de cilicio, vino a la casa de Jehová” Isaías 37:1, y pidió la intervención divina. La respuesta que recibió por medio del profeta fue: “Así ha dicho Jehová, Dios de Israel, lo que me pediste acerca de Senaquerib, rey de Asiria, he oído… no entrará en esta ciudad… por el camino que vino volverá… aconteció que aquella misma noche, salió el ángel de Jehová y mató en el campo de los asirios ciento ochenta y cinco mil” 2ª. Reyes 19. Lleno de temor y vergüenza, el rey Senaquerib volvió a Nínive, la capital de su reino. Donde fue asesinado por sus hijos y uno de ellos tomó el reino.
Son muchas las personas temerosas de Dios, que seres celestiales han ayudado en etapas difíciles de su vida. Hay dos historias parecidas: la de una amiga que por política tuvo que salir de su país. Después llegó a un aeropuerto. Estaba desconcertada y sin dinero. De pronto se acercó un hombre alto, le dirigió algunas palabras bondadosas, sacó su mano del bolsillo y puso en las de ella 40 dólares. Mientras asombrada miraba los billetes, el hombre desapareció tan misteriosamente como llegó.
La otra historia es la de una viuda que vivía en miseria. Su país se encontraba en guerra y su única hija estaba muy enferma, por varios días estuvo inconsciente. Repentinamente la niña abrió los ojos y dijo: -Mamá, tengo hambre. Sin saber qué hacer, oró, tomó una cesta y salió a la calle. Como no tenía dinero, se detuvo en una esquina, cuando un hombre alto atravesó la calle, se acercó a ella, sacó su mano del bolsillo y puso en la cesta los fondos suficientes para suplir sus necesidades.
Estos relatos confirman que “bajo las órdenes de Dios, los ángeles son todopoderosos” (Deseado de todas las Gentes p. 650). La misión de los seres celestiales está vinculada con nuestra salvación, permanecen cerca de nosotros para ayudarnos. En momentos difíciles, cuando en la mayor parte de las naciones haya violencia y guerra, permanecer en oración en la única manera de aferrarnos a Dios.
Quiero saber mas sobre este tema me es de mucha bendecion