El hijo sabio alegra al padre. Proverbios 10:1.
Vicente Gerbasi nació en Canoabo, Estado Carabobo (1913-1992), es una de las figuras más destacadas de la lírica contemporánea venezolana. Hijo de un matrimonio italiano, procedente de una aldea: “cerca del mar de Tirreno, / al pie del Apenino”. Con fines educativos, su padre lo envió a Italia en 1923. Seis años más tarde, regresó por la muerte de su padre. En Italia quedaron los sueños de sus estudios, pero debía ayudar a su familia. Su primer empleo, lo consiguió en una institución bancaria, en la capital de Carabobo. Durante ese tiempo hacía cortos viajes a Caracas. Se reunía con los poetas de la época y asistía a las tertulias, que daban en la casa de Jacinto Fombona Pachano. Ingresó al periodismo y en 1936, se trasladó definitivamente a la capital. Formó parte de los poetas del “Grupo Viernes”, fue el poeta más joven y destacado.
“Mi padre el inmigrante” representa su madurez de poeta, consta de treinta cantos que se pueden estructurar en tres conjuntos temáticos: el recuerdo del padre, que se repite en todo el poema, quien por estar muerto se convierte en una leyenda y motivo poético, donde coinciden lo objetivo, lo subjetivo y la constante búsqueda de sus raíces: “Están en ti mis orígenes, mis resinas, mis sueños”. La voz del padre es el eco de los miles de inmigrantes que huyendo de las guerras, buscando refugio en la tierra americana: “Yo vengo de los puertos de las casas oscuras, / donde el viento de enero destruye niños pobres, / donde el pan ha dejado de ser para los hombres. / Yo vengo de la tierra del llanto y de la cruz”.
El segundo conjunto temático corresponde al mundo objetivo. Los recuerdos, algunas veces brumosos, que oscilan entre la descripción de su infancia en Canoabo: “Mi casa pintada de cal, allá en mi aldea”, y evoca el lugar de procedencia de su padre: “Tu aldea en la colina redonda bajo el aire del trigo, / frente al mar con pescadores en la aurora”.
La tercera agrupación se relaciona con temas existenciales, como la soledad: “El hombre siempre sólo, con su mirada en sus recuerdos”. Las sombras, el sueño y la noche están vinculadas simbólicamente con la muerte. Su énfasis lo asocia con la fugacidad de la vida y al misterio de la eternidad: “Somos un resplandor en que arden girasoles”. Manifiesta el tiempo de destrucción: “Atrás queda el tiempo como un drama del hombre; / engendrador de vida, engendrador de muerte. / El tiempo que levanta y desgasta columnas, / y murmura en las olas milenarias del mar”.
El poema “Mi padre el inmigrante” concluye con el canto del comienzo: “Venimos de la noche y hacia la noche vamos”. Gerbasi utilizó recursos fonéticos con imágenes sonoras. Se aproxima a un Poema Sinfónico, que los timbres, colores y efectos sonoros encadenan el objetivo de un TODO.
bueno este temas es muy interesanta