Hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. Éxodo 20:6.
El primer mandamiento es: “No tendrás dioses ajenos delante de mí”. Cuando Cristo vino, todas las naciones y pueblos del mundo, tenían diferentes dioses, los únicos que creían en Dios eran los judíos. El segundo mandamiento dice: “No te harás imagen, ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra… No te inclinarás a ellas ni las honrarás”, el quebrantamiento a esta ley se ve en muchas partes. El tercer mandamiento: “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano”, es violado por todos los que juran y usan irreverentemente el nombre de Dios, de modo que las personas que los oigan crean, que sus mentiras y engaños son verdades.
El sábado fue instituido en el Edén, y corresponde al cuarto mandamiento. Los redimidos continuarán guardándolo, en la patria celestial. Se contemplarán con deleite las maravillas del amor de Jesús. Su promesa es “Si retrajeres del sábado tu pie de hacer tu voluntad en mi día santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré de comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado” Isaías 58:13-14. La observancia del sábado es uno de los puntos clave, en la gran controversia final. Satanás se propuso confundir a los cristianos, convencerlos que el sábado fue sustituido por el domingo, como culto a la resurrección de Jesús. Constantino el Grande, el primer emperador romano convertido al cristianismo, quiso establecer un día de fiesta apreciado por cristianos y paganos, como “el domingo era popular entre sus súbditos paganos, adoradores del dios sol” (1), el año 321, promulgó la primera ley dominical.
Los siguientes seis mandamientos, señalan cuál debe ser nuestra relación con todos, veamos: “honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra…, no matarás, no cometerás adulterio, no hurtarás, no hablarás contra tu prójimo falso testimonio y no codiciarás… cosa alguna de tu prójimo”. Cada país tiene muchas leyes y cada año le añaden más. ¡Cuántas personas morirían si no hubiera leyes, y cada individuo siguiera sus propios caprichos! Por qué hay tanta oposición contra la ley de Dios, estos seis mandamientos son la base de las leyes de las naciones del mundo.
Jesús sintetizó los diez mandamientos en dos: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu mente. Este el primero y grande mandamiento. Y el segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas” Mateo 22:37-40. Todos fueron sintetizados en el AMOR, son muchas las bendiciones que recibiremos si los guardamos. La familiaridad con los designios celestiales nos ayudarán a vencer el orgullo, el egoísmo y todo lo que arruine nuestra vida. (1) C.M. Maxwell, 1989. Dios Revela el Futuro. PPP. Asociacion.