A Jeroboam… dijo Jehová Dios de Israel: He aquí que yo rompo el reino de manos de Salomón, y a ti te daré diez tribus. 1ª. Reyes 11:31.
Jeroboam fue un “valiente y esforzado” oficial, del ejército del rey Salomón. Cuando salía de Jerusalén, se encontró con el profeta Ahías, quien le ilustró un mensaje, para que supiera que después de la muerte de Salomón, el reino sería dividido, y él gobernaría a diez de las doce tribus de Israel. Tan pronto el rey Salomón se enteró de ese mensaje procuró matarlo, por eso Jeroboam se fue para Egipto.
Al saber Jeroboam la muerte de Salomón volvió, y con “toda la congregación de Israel, hablaron a Roboam diciendo: Tu padre agravó nuestro yugo, mas ahora disminuye tú la dura servidumbre de tu padre… y te serviremos”. Ese nuevo rey pidió tres días para responder. Primero, pidió al consejo de los ancianos, que habían trabajado con su padre, y le recomendaron que tuviera un trato considerado y justo. Después habló con sus jóvenes amigos. El tercer día el pueblo volvió, Roboam siguiendo el consejo de sus amigos, dijo: “Mi padre os cargó de pesado yugo, mas yo añadiré a vuestro yugo: mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones” 1ª Reyes 12:3, 4, 11. Esa respuesta provocó la rebeldía de las diez tribus, y coronaron a Jeroboam de rey.
El profeta Samuel, el último juez de Israel, ungió a Saúl su primer rey, siguieron David y Salomón. La división fue el año 976 a. C. En el norte se establecieron las diez tribus, que bajo el mando de Jeroboam y con el nombre de Israel, su primera capital fue Siquem, la segunda Tirsa, la tercera y última Samaria. En la parte meridional quedó el reino de Judea, bajo el reinado de Roboam, con Jerusalén de capital.
Jeroboam tomó el poder y se llenó de orgullo. Pensaba que si su gente iba al templo de Jerusalén, para adorar a Dios perdería el reino. Se propuso desviar la religión y levantó dos becerros de oro, en dos ciudades y dijo: “He aquí tus dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto” I Reyes 12:28. Edificó un lugar de cultos, nombró sacerdotes que no pertenecían a la tribu de Leví, establecida por Dios. Convocó al pueblo, como entonces él ocupaba el sacerdocio, ofrecía sacrificios a los becerros de oro. Seguía con sus perversidades, Dios envió a un profeta y le dijo, que por su apostasía sería castigado. Jeroboam furioso, ”extendiendo su mano sobre el altar, y dijo: ¡Prendedle” 1ª. Reyes 13:4, en seguida se le secó la mano. La intención de Dios fue reprenderlo, para que se apartara de sus caminos equivocados. El rey pidió al profeta que orara por él, lo hizo y se recuperó. Esto demuestra que a pesar de sus pecados, Dios tiene compasión de cada humano y le da la oportunidad de volver a su lado. El rey continuaba en sus malos caminos, induciendo al pueblo a la adoración de dioses falsos.
Jeroboam gobernó 22 años. Había sido un militar eficiente antes de subir al trono, como no confiaba en Dios, hizo lo malo. Cuando murió, tomó el trono su hijo Nadab, que continuaba con los errores de su padre y gobernó dos años, lo mató un conspirador y exterminó a toda su familia. Durante 254 años (976–722 a. C), Israel no se recuperó del mal. Fueron años de tormenta, con levantamientos frecuentes. Hubo 19 reyes, Oseas fue el último, llevado cautivo el noveno año de su reinado. Después, gran parte de ese pueblo fue transportado, no regresaron y perdieron su identidad.
Dios ha tenido siempre compacion y los ha perdonado una y otra vez, a pesar de las tantas veces que lo han traicionado, yo quisiera saber si sigue siendo su pueblo escogido y si hay alguna profesìa que lo respalde, por ejemplo la de los huesos secos, y mas ahora con el resurgimiento y el potencial economico y militar que han logrado los judios.