La tierra se pone de luto. Isaías 24:4.
La polémica siempre ha existido, tuvo su comienzo en el cielo. Leamos Isaías 14:12-14 “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: subiré al cielo; junto a la estrellas de Dios levantaré mi trono… y seré semejante al Altísimo”. Este ser fue creado con libertad, igual que los humanos, pero se llenó de tanto orgullo que luchó para ocupar el puesto de Dios. Por ese grave pecado, fue expulsado del cielo. El problema es que continúan sus maquinaciones malvadas, para que la confusión domine la mente de los humanos y se opongan a Dios. Muchos consideran la ley de Dios vana, y un obstáculo para el bienestar material, porque prohíbe la codicia, la mentira, el adulterio, robo y asesinato. Las noticias diarias dan detalles de crímenes horrendos. “Los tribunales están corrompidos… Los jurisconsultos se dejan pervertir, sobornar y engañar”. Esas formas de iniquidad siempre han prevalecido: hay presidentes, gobernadores, jefes civiles y religiosos que siguen los caminos equivocados de Satanás.
En Eclesiastés 9:5, leemos: “los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben”, este texto presenta la condición de los muertos. Muchos se dejan inducir por los errores que sustentan las falsas creencias, sobre la inmortalidad del alma y el estado de los muertos, bases del espiritismo, que siguen cristianos nominales. Satanás “bajo la forma de un ángel… realizará muchos prodigios. Como los espiritistas profesan creer en la Biblia… su obra será aceptada como manifestación del poder divino… y benefactor de la raza humana… profesa presentar un sistema religioso nuevo y más elevado; pero al mismo tiempo obra como destructor. Sus tentaciones arrastran a multitudes a la ruina… se deleita en las guerras, que despiertan las más viles pasiones”. Conoce los laboratorios, se hace pasar de médico y cura enfermedades, que él produce.
Si no hay la protección de Dios, el enemigo para obtener sus fines, hace prosperar a unos y trae desgracia a otros, para que crean que Dios los aflige. Con sus mentiras siembra odio, enemistad y otros males. Esa es una de las formas como son tergiversadas las verdades bíblicas. A esto se suman programas de televisión y películas, que presentan puntos errados sobre el anticristo y la segunda venida de Jesús. Sólo podemos escapar de su engaño, si con oración y el estudio de la Biblia, nos aferramos al Salvador.
Satanás para imponer su poder, utiliza mil formas diferentes, tales como la destrucción y desolación de ciudades, desgracias y calamidades en el mar; en la tierra huracanes, tempestades, inundaciones, ciclones y terremotos. A estos desastres, se suman noticias de los enfermos, que mueren por emanaciones apestosas y pestilencias, que invaden al planeta. Todo lo maquina tanto, que persuadirá a la gente que los que guardan los mandamientos de Dios, son los culpables de esos desastres. Los peligros aumentan, pero las bendiciones y protección, para los que aman a Jesús se duplican.
(Base: El Conflicto de los Siglos pp. 639-647)