Enoc, séptimo de Adán

  Caminó Enoc con Dios, y desapareció, porque Dios lo llevó. Génesis 5:24.

           Pocos seres me han hecho reflexionar tanto como el patriarca Enoc, “séptimo de Adán”. En la Biblia se encuentran escasas referencias sobre este personaje. En Génesis 5 hay un resumen de su vida: “Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, 300 años, y engendró hijos e hijas”. Tuvo una vida normal: con esposa, hijos y riquezas, como patriarca era el jefe civil y religioso de su grupo. Matusalén fue el padre de Lamec y el abuelo de Noé. En los días de Enoc, ya la maldad era mucha sobre la tierra. Pienso que tanto en su vida como con sus palabras, buscaba que la gente se apartara de sus malos caminos y pusiera su mirada en Dios.

          Si comparamos “orar sin cesar” de 1ª. Tesalonicenses 5:17, con “caminar con Dios”, podemos comprender la posición espiritual y humana de Enoc. En ningún momento se aisló. Lo importante fue la actitud mental que asumió, mientras estuvo en la tierra, siempre buscaba estar en armonía con el cielo. Esto compagina con la oración de Jesús: “No te pido que los quites del mundo sino que los guardes del mal”. Estas expresiones indican, que si nuestra actitud mental armoniza con los designios divinos, ayudaremos a muchos y tendremos una vida mejor en esta tierra.

          Si dejamos que Dios tome posesión de nuestra vida, tal vez pueda inducirnos a pensar que intentamos tomar la actitud de un amargado o queremos aislarnos, como lo hacían los místicos en la Edad Media. Esos no son los planes de Dios. Comparemos esto con la relación, que tendríamos con un amigo íntimo que, además de ser poderoso y conocer el futuro, puede cuidarnos y darnos la orientación necesaria, en el momento oportuno. Eso nos trae confianza, seguridad y una felicidad que va más allá de toda comprensión humana. Si deseamos estar preparados para el pronto regreso de Jesús, con oración, amor y fe caminaremos con Él, como lo hizo Enoc. Entonces le preguntaremos a Jesús: enséñame cuál es el camino y qué debo decir o hacer  ahora, hoy y siempre.

          La comunicación permanente con Cristo nos capacitará para convertirnos en un testimonio de su amor. Según los psicólogos, el contacto que tengamos con otros, por limitado que sea, ejerce su influencia. Cada individuo termina tomando las costumbres y hábitos de las personas con quienes continuamente se relaciona. Los ejemplos más comunes los encontramos en las parejas, que tienen muchos años de casados. A pesar de proceder de lugares y hogares distintos, llegan a parecerse, no sólo en los gustos, ideas y rasgos de carácter, sino algunas veces hasta en la parte física. Si la fe y la comunión con el cielo continúan creciendo, reflejaremos esa paz en nuestras vidas.

           Si se pierde el contacto con el cielo, el enemigo se posesiona del individuo y comienza a utilizar los sentidos, para que penetren en su mente ideas que tergiversen la verdad. Al espaciarnos en actos pecaminosos no queda espacio para la luz celestial. Los deseos contradictorios del mal acarrean confusión, sufrimiento, enfermedad y hasta muerte. Sin ser extremistas ni fanáticos, busquemos la protección divina, como lo hizo Enoc, y cobijémonos bajo el manto que nos ofrece el Salvador.

Articulo publicado en Volumen IX. Guarda el enlace permanente.

2 Respuestas a Enoc, séptimo de Adán

  1. alberto manuel villar frias dice:

    E l engaño esta en la geneologia de adan y eva ,no pueden haber dos henoc ,lo que no tengo dudas es de que la semilla pos diluviana que han plantado es demoniaca .sino no se explica la pervercidad que impera en este mundo actual (es para meditar )

  2. César dice:

    Como se explica lo de séptimo de Adán? Si antes de nacer él ya habían nacido varías personas y también habían corrido algunos miles de años,
    O es unos de los nacidos en el Edén, pues entiendo que existe la posibilidad de que Adán haya tenido prole en el Edén, antes de su caída,

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