Dos madres: Sara y Agar

Sara… tomó a Agar su sierva egipcia… la dio por mujer a Abram, su marido Gen.16:3 

           El consejo equivocado de mayores consecuencias está en Sara. Era estéril y siguiendo las costumbres de su época, pidió a su esposo que tomara a su sierva Agar, por segunda esposa. Pensaba que tenía razón y no buscó la dirección de Dios. Cuando Agar se dio cuenta que había concebido, contenta por “su nueva posición como esposa de Abraham, y con la esperanza de ser la madre de la gran nación que descendería de él, se llenó de orgullo y trató a su ama con menosprecio. Los celos mutuos perturbaron la paz del hogar” Patriarcas y Profetas p. 41. Sara quería deshacerse de su rival. Abraham, creyendo que era el hijo de la promesa, lo esperaba con amor. Como la arrogancia de Agar despertó las asperezas de Sara, un día Agar no soportó más esa situación y huyó. Mientras estaba sola en el desierto, le apareció un ángel y le dijo, que regresara donde su señora, se pusiera sumisa y llamara a su hijo Ismael. Jehová oyó su aflicción.

         Abraham tenía 86 años cuando nació Ismael, 14 años después nació Isaac, Sara tenía 90 años y Abraham 100 años. La situación no estaba bien y el error se complicó. El día cuando Isaac fue destetado, Abraham hizo un banquete. La alegría reinaba. Los celos de Ismael aumentaron tanto, que se burló abiertamente de Isaac. Sara se disgustó. Abraham no quería salir de su otro hijo. Pero Dios le dijo: “No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva… porque en Isaac te será llamada descendencia y también del hijo de tu sierva haré una nación porque es tu descendiente”, El día siguiente, Abraham dio lo necesario al muchacho, a su madre y se fueron de su casa.

          El nacimiento de Isaac puso fin a las ambiciones de Agar y de su hijo. Desde ese momento, Ismael y su madre pasaron a otro lado, motivo por el cual nació el odio contra el niño Isaac. El resultado de ese pecado no ha desparecido. El mismo odio que Ismael tuvo contra Isaac, su hermano se ha perdurado en el tiempo. Es conocido el odio que ha existido y existe de los musulmanes contra los judíos. Isaac, el hijo de la promesa, fue el padre de Jacob, a quien una noche mientras muy angustiado oraba, un ángel apareció y le cambió el nombre por Israel. Los árabes se consideran descendientes de Ismael. Abraham era el padre de ambos. Tal vez la influencia que cada madre ejerció sobre su hijo, marcó sus diferentes destinos: Cristo nació del linaje de Isaac. Según los historiadores árabes y musulmanes, Mahoma era descendiente de Ismael.

         Cada madre y esposa puede conducir a sus hijos a escalar cimas muy altas, también llevarlos a la degradación más vil. He oído historias de muchos que han triunfado en las diferentes ramas del conocimiento, porque tuvieron a su lado mujeres excepcionales. “El hogar debe ser un pequeño cielo, un lugar donde los afectos sean cultivados en vez de reprimidos” (White). El mejor sermón no es el que se predica, sino la forma de vida que tengamos.  El éxito depende del lugar que Jesús ocupe en el hogar.

Articulo publicado en Volumen VII. Guarda el enlace permanente.

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