Os ruego que comáis por nuestra salud. Hechos 27:34.
Según un siquiatra, las enfermedades mentales son tan comunes, como las de cualquier otra parte del cuerpo, ya sea el corazón, hígado, riñones o pulmón. Hace poco leí lo siguiente: “los alimentos son la mejor medicina y el mejor guardián de la salud, aún más importante que las vitaminas”. Si por nuestros errores alimenticios, y la vida sedentaria tenemos un cuerpo enfermo, nuestra mente también se atrofiará. El éxito o el fracaso de cada persona, depende de la forma cómo controla su alimentación, y sus pensamientos. Si la mente y el cuerpo se recargan con ejercicios violentos, antes y después de las comidas, la digestión se entorpece. Si se siente agitado, inquieto o apurado, es mejor no comer en ese momento, pues hay una estrecha relación entre el estómago y el cerebro. Comer despacio y alegre contribuye con nuestra salud.
La intemperancia en el comer y los excesos, hacen que los órganos digestivos pierdan vitalidad. Entre más sencilla sea la preparación de los alimentos, más se fortalecerá nuestro cerebro y cuerpo. Muchas oraciones no son contestadas, pero continuamos con problemas de salud, a pesar de saber que ciertos alimentos y bebidas hacen daño, se continúan consumiendo. Si no prestamos atención a estas cosas, estaremos transitando por el camino, que nos puede llevar a una larga enfermedad o a una muerte prematura. He conocido personas que han sufrido infartos, o accidentes cerebrales y han quedado prácticamente inutilizadas, simplemente porque con el propósito de escapar de sus problemas personales, se excedieron en discusiones agresivas, comidas y bebidas perjudiciales, además de otras actividades estresantes. Es importante la clase de vida que llevamos. Para que las bendiciones celestiales nos arropen, debemos cuidar nuestra alimentación, hacer ejercicio, orar y leer la Biblia.
Según las investigaciones de Dan Buettner en su libro “La Zona Azul”, después llamaron: “La Brújula de la Vitalidad”, porque con doctores de la Universidad en Loma Linda en California, Estados Unidos, llegaron a la conclusión: “el descanso sabático más un régimen alimenticio basado en vegetales hace que los adventistas estén entre las personas más longevas del mundo”. Ellos en lugar de carne prefieren comer almendras, nueces, vegetales y frutas. Añade que siempre se debe estar en actividad y tomar agua. En esa comunidad, el porcentaje de personas de cien años es mucho más alto, que en todo ese país. Dicen que esos ancianos tienen: “una vida muy saludable y son felices”. Esto indica, que si uno no se deja dominar por el estrés, y está siempre ocupado, no sufrirá ataques del corazón y vivirá más años. Sin duda que por sus hábitos de salud, esa gente tiene una vida más extensa y mejor. En esa Universidad, varios doctores hicieron una encuesta sobre la salud, entrevistaron a miles adventistas. Según la constancia de ese libro, más de 200 personas entrevistadas pasaban de los cien años. Algunos consideran, que es la obra más importante sobre la salud, la que están realizando en esa región. Es muy significativo tener hábitos alimenticios, que sean saludables.