Temed a Dios y dadle honra. Apocalipsis 14:7.
El papel que Estados Unidos, desempeña en los acontecimientos finales, fue profetizado por al Apóstol Juan, a fines del primer siglo de nuestra era, unos quince siglos antes de que esa nación naciera. Según Apocalipsis 13, la “bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos como los de un cordero”, se refiere a Estados Unidos. Todas las bestias de las profecías de Daniel y Apocalipsis “subían del mar”, menos ésta, como era una región escasamente poblada, surgió del refugio que dio a miles de protestantes, perseguidos en Europa. Los primeros colonos llegaron el año 1620.
En 1776, trece colonias firmaron la Constitución de los Estados Unidos. Decretaron que todos son iguales, y tienen derechos de libertad. Su primera enmienda fue en 1791 y dice: “El congreso no formulará leyes con respecto al establecimiento de determinada religión, ni para prohibir su libre ejercicio”. La separación de la iglesia y el estado en forma amistosa, nunca había existido. Esa Constitución ha tenido varias enmiendas, pero no ha cambiado. Actualmente, los fines políticos de casi todos los países, son por la democracia y la libertad.
Dios obró en la vida de Guillermo Miller. Cuando comenzó a estudiar los libros de Daniel y Apocalipsis, comprendió las profecías, especialmente la de Daniel 8:14: “Hasta 2.300 días y el santuario será purificado”, tuvo su cumplimiento en 1844, en esa fecha comenzó el juicio de los humanos en el cielo. Poco antes de esa fecha, Miller comenzó a predicar. Sus conferencias dieron, comienzo a un despertar religioso. Su error fue interpretar que Cristo vendría ese año, porque “el día y la hora nadie lo sabe, ni aún los ángeles del cielo” Mateo 24:36. Después de ese fracaso, dirigentes religiosos, en forma individual se pusieron a estudiar la Biblia. De ese estudio concentrado, nació la Iglesia Adventista del Séptimo Día, su fin es llevar el mensaje de salvación a todo el mundo, para que confíen en Cristo y se preparen, pues su Segunda Venida está cerca.
Una de las señales, que Cristo predijo sobre su segunda venida es: “Las estrellas caerán el cielo” Mateo 24:29. Eso también lo anunció el apóstol Juan en Apocalipsis 6:13 y se cumplió el 13-11-1833: “Desde las dos de la madrugada hasta la plena claridad del día… el cielo estuvo constantemente surcado por una lluvia incesante de cuerpos que brillaban de modo deslumbrador”. Eso fue publicado en varios periódicos y revistas.
La purificación del santuario celestial significa que en 1844, Cristo entró en el lugar santísimo para borrar los pecados de todos, los que verdaderamente se arrepientan. Primero serán juzgados los muertos y después los vivos. Cuando termine ese juicio, Cristo saldrá de allí y vendrá, para llevar a los redimidos a la patria celestial.
Casi todas las profecías bíblicas se han cumplido. Los acontecimientos finales están cerca. Por años hubo hostilidad en Estados Unidos, contra la iglesia católica, eso ha cambiado. El 1984, durante el gobierno de Ronald Reagan, fue nombrado el primer embajador al Vaticano. Actualmente, los protestantes que en el pasado insistían, en una estricta separación entre la iglesia y el estado, piden al gobierno que dicte una ley sobre la observancia del domingo como día de reposo, eso significa que Estados Unidos impondrá la ley del domingo. Aunque católicos reconocen, que el sábado es día de reposo bíblico, consideran que el Papa tiene autoridad para ese y otros cambios. Esa unión con el Vaticano estimulará al mundo a seguir su ejemplo. A medida que las plagas comiencen a caer, y los desastres aumenten, muchos pensarán que es el castigo de Dios, por culpa del pequeño grupo que continúa guardando el sábado, serán perseguidos, llevados a la cárcel y hasta condenados a muerte, pero ángeles siempre los salvarán.