He aquí la cuarta bestia… y tenía diez cuernos. Daniel 7:7.
Aunque hubo otras causas, sabemos que las invasiones bárbaras terminaron por destruir definitivamente al Imperio Romano. Un bárbaro, para los romanos, era toda persona que no tenía su cultura, ni hablaba su lengua. El siglo cuarto después de Cristo, el Imperio Romano se dividió en Occidente y Oriente. Las más notables tribus bárbaras comenzaron a invadir al Imperio de Occidente eran: los visigodos, hérulos, ostrogodos, vándalos, anglosajones, lombardos, francos, alanos y suevos. Estos son el fundamento de las naciones europeas. El Imperio Romano de Occidente tuvo su fin el año 476, cuando el general Odoacro, jefe de los hérulos, derrotó a su último emperador
Según Daniel 2, los diez dedos de los pies de la estatua eran: “en parte de hierro y en parte de barro cocido… se mezclaban por medio de alianzas humanas, pero no se unirán el uno con el otro”, esto significa que al dividirse el Imperio Romano, nacerían diez naciones o reinos, unos eran más fuertes que otros. La visión del capítulo 2 concuerda con la del capítulo 7, porque la cuarta bestia, “tenía diez cuernos”. Los símbolos son iguales, se refieren a las naciones, que surgieron después de la caída del Imperio Romano. Según la historia, a través de varios siglos, muchos gobernantes europeos trataron de establecer una unidad continental, por medio de la alianza matrimonial, comercial y legislativa. Desafortunadamente nunca fue posible.
Cuando el Imperio Roma fortaleció su poder, impuso su cultura y el latín se convirtió en la lengua oficial de todo el Imperio Romano. El latín se dividió en dos: 1) el culto que es el escrito, el que enseñaban y estudiaban en las escuelas. 2) El vulgar, que era el hablado por los soldados y el pueblo. Cuando el imperio cayó, como las distintas regiones quedaron aisladas, se dividió después y en cada territorio geográfico, que más tarde pasaron a formar los reinos o naciones europeas, el latín vulgar unido con las lenguas habladas por los nativos de cada región, tomaron características diferentes, que dieron origen al nacimiento de nuevas lenguas. Del latín vulgar nacieron: castellano, francés, portugués, italiano, provenzal, catalán, gallego, sardo y rumano. El latín culto es una lengua muerta, continúan usándola los eruditos en su servicio religioso. Las lenguas nacidas del latín, tienen numerosas y palabras heredadas de la cultura griega, también hay voces de los árabes, que invadieron la Península Ibérica el siglo VII.
La imposición del latín formó parte de la romanización de todo el Imperio. Uno de los significados del término “romance” se aplica a todas las lenguas derivadas del latín vulgar. En este sentido el término “romance”, deriva de “romano”, como los habitantes naturales de las diferentes regiones del Imperio, llamaban al latín la lengua de los romanos. La palabra latín, viene de “latio” región donde surgió dicha lengua. Como es lógico, los procesos lingüísticos se dan lentamente y los idiomas continúan evolucionando. Según los cálculos, hay aproximadamente entre 2.700 y 2.800 lenguas en el mundo, pero sólo más o menos una docena se habla en lugares densamente poblados. Lo interesante es que según Mateo 24:14 “será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, por testimonio a todos los gentiles y entonces vendrá el fin”. La Biblia ha sido traducida a muchas lenguas y el mensaje está llegando a todos los rincones del planeta. ¡Preparémonos porque el fin está cerca!