La lengua y el éxito profesional

El Señor te dé entendimiento en todo. 2ª. Timoteo 2:7.

         En un viaje en avión, compartí tres horas con un joven abogado. Su conversación me permitió meditar sobre el deficiente sistema educativo, la importancia que tiene la lectura, en el proceso enseñanza-aprendizaje y la falta de orientación al elegir la profesión. Ese abogado no ejerce su profesión. Soñaba ser arquitecto, pero la única profesión que tenía cupo, cuando fue a inscribirse era la abogacía.

           Ese joven estaba casado y pronto tendría su primogénito. Después me comentó que le gustaba leer poco. Entonces le pregunté: ¿Cómo haces con una profesión que exige tanta lectura? Me contestó: Leía lo indispensable para aprobar la materia. En el Liceo, la novela: “Doña Bárbara”, la veía en televisión y no leía novelas ni cuentos.

         Esta situación no es única. Debe ser traumático para un profesional, durante toda su vida, tener que realizar una actividad que no le agrada. Según algunos, hay tres aspectos básicos para la felicidad del humano: la elección de la profesión, la del cónyuge y la casa donde vive. Muchos que no tienen el valor de rectificar, continúan dando tumbos y a cada equivocación añaden otra. Al final sólo tienen dos caminos: el de la honradez, que probablemente los conducirá a ser un profesional sin éxito o la corrupción.

           Los factores que más influencia ejercen, sobre el beneficio estudiantil es la lectura. La mayoría no entiende lo que lee, porque lee mal o no le gusta. Hay alumnos con deficiencia, desde los primeros grados de educación. Enseñar a leer en castellano es más fácil que los otros idiomas. Ejemplo: la “a” sólo tiene un sonido, leemos: la, ma, pa, sa. Esa vocal en inglés tiene 5 sonidos; hay voces que no se ajustan a ninguna regla de pronunciación. El único recurso es memorizar, tanto la escritura como la pronunciación. Consulté a personas de diferentes idiomas, me dijeron que en sus países, el profesor de lengua, es el que tiene más horas de clase semanal. Abarca estos aspectos: lectura comprensiva, gramática, composición, conversación o arte de hablar. Otra importancia es el estimulo, que le dan a los jóvenes y menores, para que lean más libros.

          La educación se relaciona con su progreso y sus necesidades. En las escuelas se debe enseñar a leer, a pensar y tomar decisiones, para que el alumno sea capaz de discernir entre la verdad y el error, y no caiga en el engaño. La mente ocupada con pensamientos negativos se debilita y pierde la facultad de crecer. Los países más avanzados ponen énfasis en los jóvenes, para que aprendan a utilizar con propiedad su lengua, donde radica parte del éxito. La televisión y radio cumplen con la función, en la transmisión de mensajes. Los que no leen empobrece su vocabulario y tendrán dificultad para dar órdenes, hacer reclamos o expresar su opinión por escrito.

Articulo publicado en Volumen VI. Guarda el enlace permanente.

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