La multitud se maravillaba, viendo a los mudos hablar, a los cojos andar y a los ciegos ver; y glorificar al Dios de Israel. Mateo 15:31.
He leído historias de personas, que a pesar de sus problemas de salud y de tener cierta incapacidad, como estudiaron, han alcanzado puestos altos en su vida.
La historia de Helen Keller me impresionó. Tenía 19 meses de nacida, cuando se enfermó gravemente. Aunque prácticamente se recuperó, después su madre notó cosas raras: cuando bañaba a la niña no cerraba sus ojos, fue al doctor y le dijo que estaba ciega. Más tarde observó que la niña no oía el repicar de las campanas, volvió al médico y según el diagnóstico estaba sorda. Por razones obvias, también perdió la facultad de hablar. Nació en 1880. Tenía seis años cuando sus padres, consiguieron una joven maestra. El primer día que llegó a la casa, la niña le tocó la cara, en ese momento la maestra le dio una muñeca. Helen jugó varios minutos con la muñeca, después la maestra le enseñó a deletrear la palabra muñeca con los dedos. Poco a poco la niña fue aprendiendo: tocaba todas las cosas de la casa, para descubrir el misterio del lenguaje. Su maestra le enseñó a leer y a escribir con el método Braille.
Además aprendió a pronunciar varias palabras moviendo la lengua. La insistencia de esa joven norteamericana ciega, sorda y muda la condujo a obtener grandes resultados, hasta se convirtió en un personaje famoso. Aprendió a escribir en inglés y en francés. Eso la llevó a mantener correspondencia con muchas personas célebres. Cuando comenzó a ir al colegio, su maestra siempre iba con ella y se sentaba a su lado, para deletrearle en su mano toda la clase. Se graduó a los 24 años. Después, como se lo pidieron, empezó a escribir artículos para la revista Magazine, sobre la condición de los ciegos. Eso la llevó a recibir honores en muchas partes del mundo. Visitó varios países: cuando llegaba, ya fueran ciudades grandes o pequeñas, los jóvenes y adolescentes, salían corriendo para encontrarse con ese personaje singular, y gritaban su nombre ¡Helen Keller! Muchos la recordarán, porque a pesar de haber sido ciega, sorda y muda desde pequeña, aprendió a ver con su mente, a oír con sus dedos y también a hablar. Su coraje y duro trabajo sirven de inspiración a todas las personas, incapacitadas del mundo. No importan los obstáculos que tengamos, orando confiemos a Dios y sigamos adelante.
¿Qué es el alfabeto Braille? En el siglo XIX, el francés Louis Braille, inventó un alfabeto para los ciegos, después de un accidente que tuvo en París, donde perdió la vista. El estudio de música en un instituto para ciegos, lo llevó a desarrollar un alfabeto especial. El conocimiento del método usado en el lugar donde estudió música, para dar instrucción a los ciegos, lo indujo a crear un sistema de escritura, cuyo alfabeto está formado por puntos en relieve de acuerdo con cada letra (los puntos son del 1 al 6). Fue elaborado inicialmente con un punzón adecuado sobre una hoja de papel. Por ese motivo, la lectura deben hacerla pasando la yema del dedo índice, sobre la superficie agujereada de la hoja de papel. Esa escritura se conoce como el alfabeto Braille.
(Base: El tercer tomo del Reader´s Digest y Enciclopedia Salvat