Resplandeció el rostro de Jesús como el sol y…aparecieron Moisés y Elías hablando con él. Mateo 17:2-3.
Moisés vivió cuarenta años, en cada uno de los siguientes lugares: Egipto, Madián y el desierto. Durante los primeros doce años de su vida, sus piadosos padres aprovecharon cada minuto, para forjaron el destino del gran caudillo de Israel. Los siguientes 28 años estuvo en el palacio real, donde recibió la más alta formación civil, militar y religiosa, que lo capacitaron para ser el sucesor del Faraón, el imperio más poderoso que había entonces sobre la tierra. Por querer ayudar a los israelitas, que eran su pueblo y esclavos de los egipcios, surgieron los tropiezos que cambiaron el rumbo de su vida. Dejó ese esplendor de honores y riquezas. Salió de Egipto y se refugió en casa de Jetro, sacerdote de Dios y príncipe de Madián. Se casó con Séfora una de sus hijas y tuvieron dos hijos. Los cuarenta años que estuvo allí, mientras cuidaba las ovejas de su suegro, aprendió lecciones de fe y humildad, que lo capacitaron para su futura misión. Allí, por inspiración divina, escribió los libros de Génesis y Job.
Cuando los israelitas salieron de Egipto, acamparon cerca de la casa de Jetro, al saberlo fue a visitarlos y llevó a la esposa y los hijos de Moisés, los recibió con gran regocijo, los había hecho regresar a la casa de su suegro, por la fuerte tarea tuvo que cumplir para sacar a los Israelitas de Egipto. Moisés de la tribu de Leví, hermano menor de María y Aarón. Tenía ochenta años, cuando según el mandato divino, sacó al pueblo de Israel de Egipto y comenzaron a transitar por el desierto. Su fuerte trabajo le dio una gloria mayor, no sólo en la patria celestial sino aquí en la tierra también, es una de las figuras más conocidas en la historia universal. En toda la Biblia hay muchos pasajes que reflejan la elevada posición, que tuvo durante su ministerio.
Tenía 120 años cuando con los israelitas, llegaron a la frontera de la tierra prometida, dio sus consejos de despedida a las 12 tribus, en un acto solemne, encargó a Josué de continuar con su misión. En silencioso y sólo, subió al “monte Nebo”. Dios le mostró el futuro de Israel, la muerte y resurrección de Jesús y la predicación del evangelio. Vio la segunda venida de Cristo y la resurrección de los redimidos. Se acostó y “murió allí Moisés siervo de Jehová”, fue enterrado, “ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy” Deut. 34:5-6. No permaneció mucho tiempo en esa tumba, resucitó y seres celestiales, lo llevaron a la ciudad de Dios. Bíblicamente, fue la primera persona que resucitó. Mateo 17:1-3, señala que Pedro, Santiago y Juan fueron con Jesús al Monte de la Transfiguración: “Su rostro resplandeció como el sol, y su vestido se volvió blanco como la luz. Y de pronto, aparecieron Moisés y Elías que conversaban con él”.
La misión que bajo los designios de Dios, realizó Moisés fue grande: puso fin a la esclavitud de los israelitas en Egipto, sentó las bases de la nación donde nació Jesús, se enfrentó al Faraón, instituyó la pascua, fue receptor del decálogo divino y de otras leyes, que son la base moral de las culturas y ordenanzas del mundo, estableció los ritos en el santuario y llevó a Israel, a la frontera de la tierra prometida.
donde dice q moises resucito
Judas 1.9