Dice el necio en su corazón no hay Dios. Salmo 14:1.
El protestantismo hizo llegar la Biblia a los países europeos. El Rey de Francia era tolerante, por unos carteles opuestos a la misa, se enojó tanto que decretó una sentencia, la cual tuvo su cumplimiento el 21-01-1535. Ese día, todos juraron: “extirpar a la herejía” y eran católicos. Llamaron a lo malo bueno y a lo bueno malo, creían que servían a Dios persiguiendo y matando a su pueblo. Ese rechazo trajo sus consecuencias. En el mismo lugar, 258 años después: el 21-01-1793, el Rey fue ejecutado y pasaron por la guillotina a 2.800 personas. El rechazo a la Biblia, dio inicio al “reinado del terror”, que históricamente alcanzó su clímax durante la revolución francesa.
La primera nación de las tribus bárbaras, que aceptó el catolicismo fueron los francos, después de la caída del Imperio Romano pasó a ser Francia. Llamaban bárbaros a las tribus, que no hablaban la lengua de los romanos, ni tenían su cultura.
En Francia, en el siglo XVI, a pesar de que había una ley que favorecía la libertad, el más maléfico de los actos fue: “la matanza de San Bartolomé”. Las campanas que sonaron a medianoche, dieron inicio al asesinato de miles de protestantes. La noticia llegó a Roma, el papa Gregorio XIII se alegró, tanto que “acuñó una medalla para conmemorar la matanza”. El suceso fue celebrado con campanas, cantos y una procesión. El siglo XVIII, por el rechazo que hubo de la Biblia, surgió el Ilusionismo, como funcionaba en armonía con leyes naturales, despreciaban las doctrinas de la iglesia. Los filósofos enseñaban que todos eran libres, creían que era superior al cristianismo.
Antes de la Revolución, como casi todos los obispos de Francia, pertenecían a la nobleza, no amonestaban al Rey ni a los nobles de su gobierno opresivo, ni por sus lujos extravagantes. Cuando el pueblo se libró de la monarquía y del sistema opresivo, también se separó de la religión. Elaboraron un calendario, no comenzaba con el nacimiento de Jesús, sino con el primer año de la revolución francesa. Ese nuevo calendario quitó los 200 días festivos, dedicados a los santos. Además, proclamaron la libertad de culto para todas las religiones. Prohibieron las procesiones y convencieron, al obispo de París a que sus colaboradores que abandonaran su ministerio. El pueblo se alegró y en una fogata, quemaron los libros religiosos. Después, quitaron las imágenes de los santos, pusieron en su lugar bustos de “mártires revolucionarios” y estatuas de la Libertad. Todas las iglesias de París fueron clausuradas oficialmente, a pesar de la supuesta libertad de cultos.
Un destacado personaje de la revolución francesa, escribió: “Los sacerdotes han creado un dios a su propia imagen, caprichoso, codicioso, cruel e implacable… No conozco nada que se parezca tanto al ateísmo como la religión que ellos han inventado”. En nombre de Dios, durante la inquisición, los sacerdotes quemaban vivos a protestantes. En nombre dela Diosa Razón, los revolucionarios hicieron lo mismo contra la gente que los había oprimido. Eligieron a una joven, que fue adorada en la más prestigiosa catedral de Paris, ocupó el lugar de la estatua dela Virgen María.En otras ciudades la diosa Razón fue representada por mujeres locales. (Base: El Conflicto de los Siglos 308-332)