Echa tu pan sobre las aguas, porque despuésde muchos días lo hallarás. Eclesiastés 11:1
A veces, amigos nos impulsan en contar las cosas buenas que hacemos. La razón principal puede ser, como la de los fariseos de los textos bíblicos, para buscar el aplauso de humanos más que la aprobación de Dios. Entonces, permitimos que el orgullo, que es un pecado, se posesione de nosotros. La dura reprensión que recibió el rey Nabucodonosor, a pesar de ser advertido, dejó que el orgullo brotara y un día dijo: “¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real, con la fuerza de mi poder y para gloria de mi majestad? Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo” Daniel 4:30-31. En ese momento, el rey se volvió loco y pasó siete años con “las bestias del campo”, cuando recuperó la razón y el reino, se humilló y alabó a Dios. El orgullo es un pecado y sus resultados son terribles.
Pocas palabras llenas de fe y amor, han cambiado el rumbo de nuestra vida. Siempre debemos estar dispuestos a realizar actos de bondad, con oraciones y palabras de estímulo, para guardar nuestros tesoros en el cielo. “Echa tu pan sobre las aguas, que después de muchos días lo hallarás”, es una promesa sobre todo lo que milagrosamente recibimos de alguien, cuando menos lo esperábamos. Conocía a una señora que a pesar de su pobreza, siempre tenía pan para el necesitado. Una noche se dio cuenta que se le habían agotado el dinero. No tenía nada para el desayuno de sus hijos. Llevó su problema en oración a Dios. Lo sorprendente fue que la mañana siguiente se despertó temprano, con la impresión que alguien había tocado a la puerta. ¡La abrió y estaba una bolsa llena, con alimentos para varios días!
Si nos saturamos de los principios del cielo, recibiremos bendiciones y lo reflejaremos. Jesús dijo: “vosotros sois la luz del mundo”. Eso significa que si nuestro corazón se convierte en fuente de amor, piedad, bondad, verdad y paz, estaremos listos para tender la mano al necesitado. Según leemos en el primer capítulo de Servicio Cristiano “el mundo necesita ver en los verdaderos cristianos una evidencia del poder del cristianismo”. Y “todo el que esté relacionado con Dios impartirá luz a los demás. Si hay alguien que no tiene luz para dar, es porque no tiene relación con la fuente de la luz”. Esto es un testimonio de la vida del cristiano.