Personajes de fe

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Hebreos 11:1. 

            En tiempos del profeta Eliseo. El Rey de Siria estaba en constante guerra contra Israel. Levantaba su campamento en los lugares, por donde el Rey de Israel debía pasar, con el fin de tenderle una emboscada, pero Dios le revelaba al profeta Eliseo esos planes. El Rey de Siria inquieto, preguntó si había algún espía en su comando. Uno le respondió: “Eliseo le dice al Rey de Israel lo que tú hablas en secreto”. Enojado y con el fin de matar al profeta, envió un ejército que lo sitió durante la noche. En la mañana, el siervo de Eliseo se levantó temprano y vio al ejército, que los tenía rodeados. Aterrorizado se lo dijo al profeta y le respondió: “no temas, más son los que están con nosotros que los que están con ellos”. Eliseo oró y Jehová abrió los ojos del mozo, y vio el monte lleno de un ejército poderoso. Después oró de nuevo, pidiendo que el ejército sirio quedara ciego y así sucedió. En ese momento salió y les dijo: “este no es el lugar, síganme y los llevó al palacio”. Cuando el Rey de Israel vio ese ejército, le preguntó: “¿Qué hago con ellos?” Eliseo respondió: “dales de comer y de beber y envíalos a su Rey” 2ª. Reyes 6:9-22. Durante un tiempo, los sirios no atacaron al pueblo de Dios.

           Otro personaje importante fue Enoc: “séptimo de Adán”. En la Biblia  hay escasas referencias sobre él. Génesis 5:22-24, resume su vida: “Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y tuvo otros hijos e hijas. Los días de Enoc fueron trecientos sesenta y cinco años… y desapareció porque lo llevó Dios”. Esto significa que tuvo una vida normal: esposa, hijos y riquezas, fue patriarca, jefe civil y religioso. En los días de Enoc, la maldad era mucha sobre la tierra. Durante toda su vida, se procuraba que la gente se apartara, de sus malos caminos y pusiera su mirada en Dios. En ningún momento se aisló. Lo importante es que mientras estuvo en la tierra, mantuvo contacto permanente con el Padre Eterno. El rostro de Enoc debía ser radiante, porque mientras caminaba y hacía sus deberes diarios, siempre mantenía su mente en comunión con Dios.

          Desde niño Samuel recibió instrucción celestial. Como su madre era estéril, un día oró fervientemente y le prometió a Dios que si le daba un hijo, se lo dedicaría desde su nacimiento. Cuando el niño nació, aunque su madre lo amaba, tan pronto tuvo edad suficiente, cumplió con su promesa, lo llevó al templo y lo entregó al sumo sacerdote. Ella regresó a su hogar y el niño quedó en la casa de Dios, recibiendo las instrucciones necesarias para su misión. Además de fundar las escuelas de los profetas, fue el último y el más destacado juez de Israel. Le tocó vivir la época de transición entre la teocracia y la monarquía. No era el plan de Dios, que hubiera reyes en su pueblo, lo pidieron y el profeta Samuel ungió a Saúl de rey, como siguió caminos equivocados, años después ungió a David, que lo siguió en el trono. Samuel murió a una edad avanzada, como era muy apreciado, según 1ª. Samuel 25:1 “Murió Samuel, y se juntó todo Israel, y lo lloraron, y lo sepultaron en su casa en Ramá».

Articulo publicado en Volumen XIV. Guarda el enlace permanente.

Una respuesta a Personajes de fe

  1. SANTIAGO SANTA dice:

    super

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